SECRETO DE CONFESIÓN - 2º CAPÍTULO - CUENTO GENERO POLICIAL
23 de
Diciembre, 2000
Prefectura
Nº 5 de Altavista.
-
Como le decía Inspector, hemos interrogado a varias personas de la zona y nadie
ha podido darnos ni siquiera una pista. La víctima tenía mala reputación, será
por eso que prefieren lavarse las manos como Pilato. Sus familiares están muy
reacios a hablar. – Así
hablaba el detective Eddie Millán, sobre el caso más reciente que estaba
llevando la policía de ese estado.
El
Inspector fue al archivador repleto de carpetas con los expedientes que se
llevaban. Sacó una carpeta amarilla, de bastante grosor, que estaba en la
sección “F”. En la portada había pegada una etiqueta que tenía escrito:
“Víctima: Cinthia Ferrari 15-06-2007”. Dentro de la carpeta se encontraba todo
el historial del crimen; las fotos de la escena del crimen, varias instantáneas
de la mujer asesinada, el cuerpo desnudo, en avanzado estado de descomposición,
con una cuerda atada al cuello y con señales de tortura. El detective Serge
Coparov, de ascendencia rusa, examinó el expediente, ya había perdido la
memoria de cuántas veces lo había revisado. Pero era un sabueso duro de dejarse
vencer y terco como su abuelo Nicolai. Algún cabo debía haber dejado suelto ese
psicópata. No existía el crimen perfecto. Tarde o temprano lo encontrarían,
tarde o temprano limpiaría este mundo de otro depravado criminal. Coparov era
enorme de estatura, como un oso de la Siberia, tenía mejillas sonrosadas, usaba
el pelo muy corto, de tierno corazón con sus amigos pero implacable con los que
transgredían la ley, además era ateo convencido, su único dios había sido su
abuelo de quien le había legado lo más importante de la vida, su sabiduría de
viejo patriarca. Nunca lo olvidaría, como tampoco olvidaría los cuentos de
pescadores o de cosacos de la vieja Rusia que le leía al atardecer.
Tomó
el teléfono y marcó un número, mientras encendía un puro (lo prefería a los
cigarrillos, pues según había escuchado, eran menos dañinos), - Aló? Martha, por favor
comunícame con la doctora Deborah Lyon, la psiquiatra del Instituto Daborlan, y
pídeme una entrevista para esta tarde. - , - Sí Inspector, enseguida lo hago y
le confirmo – - “Algún punto débil debes tener, alguna vez vas a cometer un error,
y ahí voy a estar pisándote los talones para verte caer y aplastarte como una
cucaracha”, -se habló asimismo.
Llamó
por el interno al detective Eddie Millán, su compañero inseparable –“te quiero listo en diez
minutos, tenemos que salir” –“Sí jefe, estoy listo para cuando usted diga.”
Coparov
apagó su puro, para no gastarlo todo. Era la única droga que lo tranquilizaba y
lo ayudaba a pensar. Agarró sus credenciales, su Beretta calibre 96 y se puso
la chaqueta de cuero negra. Era como su segunda piel, nunca la dejaba, adonde
fuera iba con él. Salieron con Millán en la camioneta azul y blanca, -“¿adónde vamos Copa?” - (lo llamaba así por el diminutivo
de su apellido, era al único que se lo permitía, por los años de amistad que
los unía). – “A hablar
con el Capitán Angus Flynch, ex comisario de la Cuarta Comisaría de Altavista.
Me dijo que me tenía unos datos interesantes que podrían estar relacionados con
estos crímenes.”
-
Guau jefe, sería fantástico. Porque al parecer estos casos se nos están escapando
de las manos. Pareciera no tener fin esta carnicería. Fíjese cuántos crímenes
de la historia han quedado impunes. Acuérdese de Jack el destripador. Nunca lo
pudieron agarrar.
- Por
favor Eddie, ¿no te acuerdas en qué año estamos? La Scotland Yard en esos
tiempos no contaba con las técnicas modernas forenses que hay ahora. Si en
aquellos días se hubiera podido extraer ADN o las huellas digitales al cuerpo
de las víctimas o de las escenas del crimen, ten por seguro que el Destripador
hubiera sido otra historia. ¿no crees?
- Si
Cop, seguro que sí. Pero en las víctimas de este caso, tampoco se encontró ADN
ni huellas. El desgraciado se cuidó bien de no dejar pistas.
- No
te preocupes que el que ríe último ríe mejor. El está ganando hasta ahora. Pero
la guerra no ha terminado.
-
Recórcholis jefe, usted sí que es duro de roer, no? - El
policía gigantón hizo gesto de victoria con los dedos.- Bueno, estamos
llegando, ojalá que Flynch esté de buen talante, para que nos ayude a salir de
este berenjenal.
Flynch,
el viejo capitán de la policía de Altavista, contaba con setenta años, un viejo
zorro, retirado del ejército, que había servido por treinta años al cuerpo
policial; un hombre muy apreciado y admirado por sus compañeros y ex compañeros
y odiado por sus enemigos. Coparov y Millán entraron a la lujosa oficina del
capitán, decorada toda en madera, donde se apreciaban en la pared todas las
medallas y condecoraciones del viejo Inspector.
-¡Caray!
Továrishch 1 Coparov, dichosos los ojos. Que si no es por ese loco suelto que
anda por estos predios, ya ni te veo. – Pero siéntense, les sirvo un trago?, ya
sé. Por acá te guardo uno de los que me mandó Fidel hace unos años. Los tengo
reservados para “továrishch” como tú, jajaja; Copa viejo amigo, me imagino que
este es Millán, - extendiéndole
la mano – estás en las
mejores manos, de él podrás aprender todo muchacho, pero lo único que te
aconsejo que no aprendas de tu jefe, es esa tozudez de oso ruso. – jajajaja, me
han dado una gran alegría esta mañana. Pero bueno, al grano no?
- Sí,
Angus, no queremos hacerte perder tiempo – Dijiste que tenías algunas pistas
que podían ayudar a estos casos.
-
Pues, espero que sí, por los datos que me has hecho llegar a mis manos, pude
corroborar parece obra de un psicópata, el mismo patrón para matar, claro que
cuando hables con la doctora Lyon, ella podría darte un perfil psicológico más
claro de este monstruo insaciable en su sed de matar. – Mientras
hablaba abrió una gruesa carpeta azul, donde se leía un nombre “Verónica Laram. 10 – 01 –
1955” - este es un caso muy viejo, que te lo daré para que lo estudies y
compares con los expedientes tuyos, la mujer fue violada, torturada y
estrangulada posteriormente; al leer tus notas, me acordé de este caso que
nunca se pudo resolver. El cuerpo fue encontrado en el parque Montserrat, donde
se encuentra ahora el Centro Comercial Altavista. Por lo que me contaste los
crímenes fueron perpetuados en diferentes fechas, es decir, que este demente
viene actuando desde vaya a saber cuándo. Habría que comparar con otros
crímenes en otras ciudades. Ahí te lo dejo, cuando ya no lo necesites me lo
devuelves para guardarlo en donde debe estar. Ya sabes, no me gusta que se me
pierda nada.
-
Angus, te estamos sumamente agradecidos. Te tendré al tanto, veré que resulta
de la entrevista con la psiquiatra. Quisiera ser optimista, y creer que nos
estamos acercando a la recta final de estos crímenes tan horrendos y que tienen
alarmada a la población. No quisiera que se despertara el pánico, de todas
formas hay que alertar a las mujeres para que no salgan solas, sobre todo a las
de mala vida, que son las que más deben cuidarse.
-
Spasiva! 2 Adiós muchachos! Que tengan mucha suerte. Cuando todo esto termine
los invito para que nos emborrachemos con vodka.
Más
tarde en el Instituto Daborlain.
-
Esperen un momento, enseguida comunicaré a la doctora Lyon, tengan la amabilidad
de sentarse. –Informó la blonda secretaria de la psiquiatra.
Se
sentaron en los cómodos sillones de la Instituto, pero enseguida salió del
consultorio una joven mujer pelirroja, de pelo recogido con un lazo, como de
treinta y cinco años, algo bajita, pero tenía un cierto atractivo con su mirada
que escudriñaba detrás de sus lentes pequeños. – “Pasen por favor,
encantada de conocerlos, soy la doctora Deborah Lyon, el Capitán Flynch me
habló sobre su visita, trataré de colaborar de la mejor manera” Siéntense que
enseguida los atiendo, se asomó por la puerta y llamó a su secretaria – “por
favor Susy trae dos café para los detectives”.
Una
vez acomodados, en un consultorio decorado con plantas y esculturas exóticas,
cuadros surrealistas, y en la biblioteca, cuadros de personas, seguramente
familiares de la doctora.
-
Gracias doctora Deborah, como usted sabrá por las noticias estamos tratando de
“cazar” a un criminal en serie, muy peligroso, que tiene aterrorizada a esta
ciudad. Posiblemente sea el mismo que mató hace muchos años en 1955,
necesitaríamos que nos hiciera un perfil psicológico más profundo que el que
describieron nuestros agentes.
-
Bueno antes que nada ya sabrán el significado de psicópata, “son enfermos
mentales, incapaces de relacionarse con otras personas, consideran a los demás
como un medio para satisfacer sus necesidades, sólo sienten aprecio por sí
mismos, son egocéntricos, se creen el centro del mundo y manipulan a los demás.
Tienen incapacidad de empatía, no se emocionan ni sufren en sus relaciones
familiares o de amistad, fingen emociones que no sienten, se excitan con el
riesgo y lo prohibido, hay algo en ellos que les impide aceptar las normas e ir
en contra de lo establecido, falta de sentimientos de culpa, algunos suelen ser
muy inteligentes y tener encanto personal ficticio (pueden ser encantadores con
los demás hasta que consigan satisfacer sus necesidades y conseguir lo que
desean). Tienden a reaccionar con mucha frialdad y tranquilidad, suelen ser
mentirosos, no se sienten culpables ni sienten vergüenza ante sus acciones, por
muy incalificables que estas sean. Son perfectamente conscientes de la
diferencia entre lo real y lo imaginario, y están perfectamente situados en el
espacio y en el tiempo. Por consiguiente, saben lo que hacen y por qué lo
hacen. Planifican sus crímenes, habilidosamente engañan y manipulan a sus
próximas víctimas. Llevan, en apariencia, una vida normal, tienen su familia,
trabajo, en la mayoría de los casos tienen puestos de alta responsabilidad:
banqueros, policías, políticos, etc “ 3
Por
la descripción de los crímenes, si es que está relacionado con el de hace
tantos años, debe ser un hombre entre cuarenta y ocho o sesenta años como
máximo, dependiendo su fecha de nacimiento. Es un hombre con una fuerte carga
de agresividad, se podría suponer que fue abusado en su niñez o en su
adolescencia, o que la madre haya sido prostituta. Este es una característica
de muchos psicópatas. Odia a las mujeres a través de su madre. * Pueden tener
también otra característica, estos tipos podrían tener también la costumbre, al
menos una vez en su vida, de confesarle a alguien sus crímenes, ya sea por
escrito o personalmente, no por sentimiento de culpa; por ejemplo como en no
pocos casos, han enviado mensajes anónimos a la policía, o a un sacerdote o a
un periodista, o alguien desconocido. Por qué razón? Podrían ser muchas, quizá
eso lo excita aún más para seguir matando, para sentirse más poderoso, haciendo
saber que nunca lo van a detener.
- Un
sacerdote? – repitió
Coparov – ¿Usted cree
que podría haber hablado con un sacerdote? – No lo sé Inspector, posiblemente,
de un tipo así puede esperarse cualquier reacción. Son imprevisibles. Es todo
lo que puedo decirles, pero en lo que pueda seguiré colaborando con la policía
para que lo atrapen. – respondió
la psiquiatra.
Coparov
y su compañero salieron después de la larga charla con la doctora. El inspector
se subió a la camioneta, muy pensativo y callado. – Qué pasa Copa? Por qué se quedó
tan mudo? -; - Nada Eddie, solo pensaba. ¿Cómo se llama la vieja Iglesia que
está detrás del Centro Comercial?. – Santa Cecilia, Copa, ¿que está pasando por
su mente ahora?. – Nada viejo, solo es una simple corazonada – Arranca, Iglesia
San Cecilia…. sacerdote…. allá vamos…
1
Camarada en ruso
2
Gracias en Ruso
3
http://www.pulevasalud.com/ps/subcategoria.jsp?ID_CATEGORIA=103053&RUTA=1-747-1159-2212-103053
(Perfil de un psicópata)
* Este
párrafo es fantasía de la autora.
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